lunes, 12 de septiembre de 2011

La Vinotinto tiene el antídoto a la altura

El primero que abrió el trecho fue Marcelo Bielsa, quien preparó a la selección de Chile para escalar a La Paz (3.600 metros sobre el nivel del mar) en 2008. Al entrenador argentino le llaman el "Loco" y alguno pudo habérselo recordado cuando ideó el plan en el que preparó a un grupo de jugadores en cámaras hiperbáricas (que simulan las condiciones de oxigeno en altura), alistándolos a la batalla que días después vencerían, conquistando el Hernando Siles con dos tantos de Gary Medel. Más nadie le recordó el apodo.
Aquel plan incluso inspiró a César Farías, admirador confeso de Bielsa, a organizar una estrategia similar para, un año después, volver a derribar la ventaja de la altura de los bolivianos y someterlos por 1 a 0.
Al final de la eliminatoria, sólo chilenos, venezolanos y más tarde Ecuador pudieron sacar victorias de la fortaleza en Los Andes. Los meridionales son los únicos que no tuvieron que llevar a cabo un plan de gran envergadura para adaptarse a una altura que sufren, en menor medida, en la ciudad de Quito (a 2.800 m.s.n.m.).
Ahí precisamente inicia la Vinotinto un nuevo camino hacia un Mundial, en el Olímpico de Atahualpa, el próximo siete de octubre. Y Farías, sabe que el mejor camino para conquistar la altura es aquel sendero que abrió Bielsa y que él mismo ya transitó hace dos años.
Apoyado en el músculo financiero de la FVF y en el apoyo irrestricto que esta ha mostrado sobre su intención de clasificar al Mundial, Farías ha vuelto a idear un plan similar para sacar puntos de un estadio donde en los últimos 10 años sólo han podido ganar cuatro equipos, entre ellos el de Richard Páez que inició la pasada eliminatoria con un triunfo, gracias al tiro libre de José Manuel Rey. Justamente el central está entre los 12 convocados para los tres módulos que realizará la selección a partir de mañana en Mucuchies, a casi 3.000 m.s.n.m. "En esta eliminatoria tenemos la obligación de clasificar", apuntó el zaguero, justo antes de iniciar la que será su última fase de clasificación a un mundial.
Entre los jugadores, el plan tiene aceptación. "Es algo estudiado, ya de por si confiamos 100% en el cuerpo técnico y ya eso es importante, eso hace que mejoremos más, que no dudes de que lo que te manden a hacer te va a hacer crecer y mejorar como futbolista", aseguró Fernando Aristeguieta, otro de los citados para los módulos.

Los efectos de la altura. Para su segunda participación en la Copa Sudamericana, el sorteo emparejó al Anzoátegui con el Deportivo Quito, lo que provocó que el equipo porteño realizara una pretemporada de casi 15 días en Mucuchíes, fase que completaron con otros cinco días en Quito antes del partido.
Al mando de la preparación física estuvo Isaac Ramos, quien explicó que los problemas inician con "el déficit de oxigeno", que en una zona costera puede alcanzar el 21% del aire y que en la altura puede llegar a disminuir hasta un 12%, y "el oxigeno lo necesitas para todo, para pensar, para que tus músculos se puedan mover".
Con menor cantidad de oxigeno, el cuerpo requiere "respirar más veces", para intentar conseguir el que le falta. De inmediato, explica Ramos, el cuerpo se va adaptando y "comienza a enviarlo a las zonas más importantes como el cerebro y el tracto intestinal", dejando en segundo plano a los músculos.
Para evitar estos problemas, Bielsa primero, luego César Farías y últimamente su hermano Daniel, realizaron una prolongada adaptación en la altura, buscando que los organismos de sus jugadores se adaptaran a trabajar con menos oxigeno. ¿Cómo lo logran? Yudmila Bailey, neumonólogo de la clínica Roa en Tovar, Mérida, explica que la solución está en aumentar la cantidad de hemoglobina en la sangre.
"La hemoglobina es la encargada de transportar el oxigeno en la sangre y llevarlo a los órganos", detalla la doctora. En personas que vivan en la costa, el valor normal de hemoglobina está entre los 10 u 11 gramos por cada decilitro de sangre. "Sin embargo, yo he conseguido gente que vive en el páramo que llega a tener valores de 17 o 18", explica Bailey de personas que hacen vida a mayor altura y que adapta su cuerpo a eso.
En su preparación, Ramos explica que hizo énfasis en los trabajos físicos. "El músculo se va adaptando a trabajar con menos oxigeno". Eso también lo respaldó con una dieta rica en hierro, ya que ese elemento, según explica Bailey, "forma parte de la hemoglobina", lo que ayuda a elevar más rápido los valores. "Muchos jugos rojos como guayaba o fresa que son ricos en hierro. También le eliminamos las grasas, porque para procesar las grasas el cuerpo gasta mucho oxigeno y no era prudente malgastarlo", detalló Ramos sobre una dieta que complementaron con dosis de Vitamina C y E.
A su favor César Farías también tendrá que algunos de sus convocados ya han vivido el proceso anteriormente. De los doce citados inicialmente a Mucuchies, José Manuel Velásquez ya fue parte de la primera sesión de trabajo. A ellos se les debería unir otro grupo de jugadores del Anzoátegui como Francisco Flores, Leo Morales o Giácomo Di Giorgi, quienes también prepararon el partido en La Paz y luego volvieron a Mucuchies en esta pretemporada, con su club.
"Esa adaptación hecha hace dos años ya no puede tener ningún efecto clínico, ya que estas personas volvieron a adaptarse a su entorno habitual, sin embargo, psicológicamente ya están preparadas", afirmó Bailey. Con ella concuerda Ramos, quien afirma que este es un trabajo que "se puede perder en muy pocos días si dejas la altura", no obstante, "varios de ellos ya saben lo que les espera, ya saben lo que van a sufrir allá arriba y se les hace más fácil".
No obstante, el antídoto criollo servirá para sólo una cosa: igualar en condiciones físicas a ambos equipos. Derribada la fortaleza ecuatoriana que significa la altura, a la selección venezolana le tocará luchar futbolísticamente contra un equipo que, lejos de la altura, ha caído derrotado las últimas tres veces que se ha medido a la Vinotinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario