El naciente torneo Apertura ya dejó rodar su primera cabeza. Aunque apenas ha transcurrido una fecha, Alberto Valencia decidió dejar Tucanes alegando, en un primer momento, problemas familiares.
Sin embargo, la carta de renuncia del técnico tenía 27 quejas que para el tiempo que estuvo "Nino" allá, algo más de un mes, le parecieron demasiados. De esos, tres fueron las de más peso. El principal fue un reclamo de la presidente, Judith Campos, quien le criticó el alinear frente a Zamora a sólo uno de los que lograron el ascenso. "Es como si les debieran un favor. Yo no puedo arriesgar mi prestigio y mi carrera con jugadores que no han debutado en primera sólo porque son de Amazonas", dijo el DT.
Según él, entre sus objetivos sí estaba potenciar a los jugadores de la zona, "pero con preparación, eso no es de un día para otro".
Otro de los puntos en la misiva tenía que ver con el viaje a Maturín, el cual la directiva planeaba hacerlo en autobús, lo cual tardaría 15 horas. "Este equipo tiene todas las condiciones para establecerse, para quedarse en primera pero el problema es que no se dejan orientar. Ella (Campos) es una buena mujer, apasionada con el equipo pero es muy radical.
Yo porque tengo piel de cocodrilo pero otro técnico de primera no aguanta 15 días aquí", declaró el técnico quien aseguró que su intención fue la de salir en los mejores términos.
"No nos entendimos", concluyó el timonel.
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