miércoles, 10 de agosto de 2011

El triunfo fue planificado con antelación

En las oficinas de la FVF hay seis personas que se comparten la labor entre el fútbol sala y el de playa. Son los únicos que se encargan de la planificación del deporte. Tampoco hacen falta muchos más, en el país sólo hay una cancha de máximo nivel, en Maturín.

En el resto, la actividad sólo se practica con regularidad en otros tres estados junto a Monagas, en Barinas, en Carabobo y en el Distrito Capital.

"De todo el continente, somos el país que menos tiempo tiene jugando el deporte", agregó Miguel Centeno, goleador del equipo en la última eliminatoria. Aún así, la selección nacional burló cualquier precariedad y se sobrepuso para alcanzar la clasificación al Mundial de Ravena, que se jugará en tres semanas. "Para el que está metido en esto no es una sorpresa", afirmó Marcos Monsalve, uno de los jugadores.

Y es que la planificación de esas seis personas de la FVF y del cuerpo técnico de Roberto Cavallo han sido suficientes para recortar las distancias. "Fuimos una de las selecciones que mejor se preparó", añadió Centeno. El grupo trabajó cinco módulos antes de la cita y viajó casi 15 días antes a Brasil, tiempo en el que jugó cinco amistosos. Los dos primeros los perdió pero luego enderezó el rumbo.

La planificación era tal, que el equipo sabía quienes podían ser sus rivales en el Mundial. Para el capitán Edgar Quintero eso demuestra que "el equipo no fue a participar si no con un objetivo claro". Tan claro que ya el plan para preparar el Mundial estaba hecho por Cavallo, "no podemos pestañear, esperamos que los jugadores vean a sus familias", y ya el lunes volverán a reunirse.

Es su solución ante las dificultades que vive un deporte que aún le falta un buen trecho para asentarse.

*Nota publicada en El Nacional el 9 de agosto de 2011

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