A sus 66 años de edad, Jesualdo Ferreira aún tiene cosas que enseñar. Central en sus tiempos de activo, el portugués tuvo su primer acercamiento al banquillo a los 19 años cuando fue jugador-entrenador del Chaves de la Segunda División portuguesa. Luego del retiro se dedicó plenamente a dirigir, ocupándose de equipos pequeños hasta que tocó el cielo en 2009, cuando quedó campeón con el Porto por tercera vez de forma consecutiva. Actualmente dirige al Panathinaikos, club para el que fichó al guayanés José Manuel Velázquez, su enésima apuesta.
Más allá de los trofeos que ganó en su país, las tres ligas,
dos copas y una Supercopa, Ferreira ha logrado una cadena de aciertos a la hora
de elegir fichajes y de darles oportunidades a jóvenes valores. Seleccionador Sub-20 de Portugal en el Mundial de 1999, en
el que cayeron en octavos de final, el técnico fue el responsable de varias de
las mejores contrataciones que ha hecho el Porto en la última década.
Bajo su mando, el brasileño Anderson pudo tener la
continuidad que le permitió luego llegar al Manchester United. Luego apostó por el colombiano Freddy Guarín, quien había
jugado 1.500 minutos en los dos años anteriores en el Saint-Etienne francés. Lo
juntó con un desconocido Hulk, que llegó desde el fútbol japonés. A ellos les sumó al uruguayo Álvaro Pereira, que jugaba en
Rumania y completó su obra con Falcao, que tenía un par de años despuntando en
River Plate. Así formó al Porto que luego André Villas-Boas convirtió, un año
después, en campeón de la
Europa League de 2011.
"Es un técnico que confía mucho en los jóvenes",
afirmó Pablo Martínez, el empresario que llevó a Salomón Rondón al Málaga y
ahora a Velázquez al Panathinaikos. De los fichajes que pidió el timonel en el
cuadro andaluz en 2010, el delantero caraqueño fue la apuesta que pagó mejores
dividendos, por lo que no lo dudó mucho cuando el mismo agente le ofreció la
posibilidad de firmar al central guayanés. "No tengo dudas de que el trabajo
de `Salo’ abrió las puertas, fue importante para todo esto", contó Sema.
"Claro que pesó bastante", confirmó Martínez sobre la importancia de
esa buena sensación que dejó el goleador en el paladar del técnico luso.
Aún sin la efectividad que llegó a tener en el Porto,
Ferreira ya ha tenido algunos aciertos con el Panathinaikos. El año pasado
apostó por el español Toché, al que fue a buscar al Cartagena de la segunda
división española para que terminara el año con ocho goles. También incorporó a Zeca, un volante del Vitoria Setúbal que
terminó siendo titular en su equipo, que finalizó la campaña como subcampeón
griego.
Ahogado por la crisis económica que atraviesa el país
griego, el cuadro de Atenas ha iniciado una política de austeridad, vendiendo
acciones para intentar ingresar capital y llegando a pedirle a sus máximas
figuras que se rebajen el sueldo. Dentro de ese plan, el buen ojo de Ferreira
es fundamental a la hora de elegir contrataciones buenas, bonitas y baratas.
Espera que Sema no sea la excepción.
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