jueves, 12 de abril de 2012

Plasencia y el otro lado de la capital

Uno de los estribillos más viejos de la barra del Caracas asegura que "hoy es el día / de la alegría / desde Propatria / hasta La Urbina". Un coro con el cual Manuel Plasencia bailó por varios años, mientras aquella banda que hoy habita la curva sur del Olímpico apenas eran unos pocos fanáticos. Eran los años noventa, en los que el técnico celebró las tres primeras estrellas de la institución en el Brígido Iriarte. El domingo, el entrenador volverá a encontrarse con la camiseta roja, pero esta vez desde el banco rival. "Esta vez me toca estar al frente como me ha tocado con Carabobo, Trujillanos, Monagas, Mineros y con Táchira. Me ha tocado estar en otros bancos pero recuerdo mis 14 temporadas con ellos, claro que las recuerdo", contó ayer Plasencia, quien ahora comanda el Petare, un proyecto que guarda varias similitudes con aquel Caracas que buscaba abrirse espacio hace más de 20 años.
"Ellos son el ejemplo que todos los equipos deben seguir". Radicados en el oeste de la capital, el conjunto de la Cota 905 fue construyendo su fanaticada. "Cuando jugaba allá, en la grada máximo iban 200 personas. Ahora Caracas mete 14.000 o 15.000 personas y eso se fue dando paso a paso", apuntó Wuiswell Isea, quien llegó a celebrar uno de los primeros títulos del conjunto rojo. Ahora en Petare, uno y otro se han encontrado con la idea de seguir pasos similares, aunque el escenario sea distinto. "Ojala pudiéramos hacer en este lado de Caracas lo que hicimos en aquel lado", contó Plasencia sobre los proyectos de su actual equipo, que tras cambiarse el nombre a Petare, ha buscado el arraigo de la gente de la parroquia ubicada al este del mapa capitalino, adonde la canción de la barra caraquista no alcanzó a llegar para no quebrar la rima.
Entre los más de 400.000 habitantes de la parroquia, el Petare ha buscado echar raíces. Uno de sus principales objetivos ha sido establecer un nexo con la gente de la zona para poder formar una afición. Para eso, han realizado más de 50 clínicas, de las que 95% han sido en el Municipio Sucre. En cada una de esas actividades, algunas con hasta 120 niños, han repartido entradas para sus partidos. "Aquí los directivos han mostrado un respaldo a la institución, parecen ir por buen camino", opinó Isea.
El mismo volante aclara que el segundo gran paso del Petare debe estar en la cancha de entrenamiento propia. "Eso es importante. Al Caracas le ha dado frutos, tu ves el plantel y casi todos son jugadores que vienen de abajo, con un trabajo bien formado. Eso le ha dado frutos". A eso apuesta el Petare, y con ellos Plasencia, quien ahora busca el éxito en el otro lado de la capital.

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