lunes, 14 de noviembre de 2011

Méndez: "Yo a veces tampoco cantaba el himno"

Mucha agua ha corrido por las gradas de Pueblo Nuevo desde que William Méndez vistió por última vez la camiseta de la selección nacional. "Hoy en día el fútbol es una profesión, en mi época casi nadie lo veía así", cuenta en una cafetería de su San Cristóbal, la ciudad que lo vio nacer y consagrarse como futbolista y que hoy lo reconoce en cada plaza que transita o cada mesa en la que sienta a tomar café.
La nostalgia a veces le gana, y el zurdo afirma que le gustaría poder jugar en la actual selección. ¿No chocaría con Arango? "No creo, porque los estilos son diferentes. A él se le critica porque es muy tranquilo pero es efectivo, por eso está en Alemania, allá no se llega por ser amigo de alguien", dijo.
De ese juego preciosista del que se declara defensor, solo Maestrico González sigue la pista. En el ejercicio de fantasía le tocaría compartir con Fernando Amorebieta, Julio Álvarez y los hermanos Feltscher, caso atípicos para la realidad que a él le tocó vivir. "En esa época eso no pasaba, ningún jugador de afuera quería jugar con la selección", analizó, destacando el aporte que cada uno de ellos le ha dado al equipo. "Que canten o no el himno no los hace mejores, lo importante es la lucha que tengan en la cancha. Yo a veces tampoco cantaba el himno, porque estaba concentrado, y no por eso era menos venezolano".
Justamente dos de esos casos, Amorebieta y Frank Feltscher, han impulsado la ilusión mundialista con dos goles que hoy significan cuatro puntos.
Para Méndez, la evolución de la selección ya da para pensar en una clasificación mundialista. "Quitando a Argentina y a Uruguay, que los veo muy fuertes, Venezuela está en el siguiente lote. Son cinco países por tres cupos, dos directos y el repechaje, y es posible".
Una posibilidad también muy distante a la realidad que le tocó vivir a Méndez. "También el fútbol de ahora es muy distinto, es mucho más rápido, hoy es más de toque. Antes el defensor era para defender y el delantero para meterla, ahora la pelota gira sobre los 11 jugadores, y los 11 defienden, desde el delantero", un concepto en el que considera a España como un equipo vanguardista.
Y así, entre ejemplos del pasado y comparaciones con el presente se va escurriendo Méndez, dueño de una zurda única que aún le ayuda a superar defensas en partidas amateurs.
Dueño moral de una ciudad que le agradeció su entrega a la camiseta aurinegra con una estatua en una plaza que hay que cruzar si se quiere llegar a Pueblo Nuevo. Si se quiere hablar de fútbol en San Cristóbal, es difícil esquivarlo a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario