domingo, 17 de julio de 2011

Manuel Schmiedebach, el alemán al que le gustan las empanadas


Su apellido no da pistas, sin embargo, a Manuel Schmiedebach (Berlín, 5/12/1988) le une un fuerte lazo con Venezuela.

Su madre, Bettyluz, nació en Colombia pero vivió gran parte de su vida entre Maracaibo y Caracas, por lo que ella no tiene dudas, "yo me siento venezolana, a Colombia no he vuelto a ir".

A mediados de la década de los 80, Bettyluz viajó a Alemania donde contrajo matrimonio y en diciembre de 1988 tuvo a Manuel, el menor de tres hermanos. El único varón. A los tres años y medio, el pequeño entró por primera vez a una cancha de fútbol y comenzó un camino que hasta final de la temporada pasada sumaba 46 partidos en la Bundesliga, todos con el Hannover 96, cuarto mejor clasificado en el último campeonato germano.

Con ese apellido, su historia pudo haber pasado desapercibida, hasta que en un encuentro frente al Hamburgo se le acercó a Tomás Rincón y le habló en español, uno de los tres idiomas que habla el volante del Hannover 96 junto al alemán y el francés.

Es que según su madre, el alemán Schmiedebach también tiene su lado venezolano.

"Las empanadas son su comida favorita, tanto que aprendió a hacerlas él solo". Eso y "las tajadas de plátano amarillo con queso. Él es feliz así, con sus empanadas, sus tajadas o sus arepitas". En su ipod, la música latina tampoco falta, "el regueton es lo que más escucha, la bachata o la Shakira también le gustan mucho", según explica Bettyluz.

Sin pasaporte. Pese a sus vínculos con la tierra de su madre, Manuel nunca ha tramitado su nacionalidad venezolana. Sin embargo, mantiene contacto permanente con su familia de este lado del océano. Una parte vive en Maracaibo y otra en Caracas, donde su madre trabajó en varias peluquerías antes de emigrar. "Debe tener 10 años que no viaja. Desde que se dedicó al fútbol por completo no ha tenido tiempo", relata Bettyluz.

Schmiedebach llegó a debutar en su momento con la selección Sub 19 de Alemania aunque, si él lo quisiera, ahora podría pedir el cambio a FIFA para jugar con la selección absoluta de Venezuela.

Desde muy pequeño fue reclutado por el Hertha Berlín, donde comenzó su formación, en el sistema de categorías menores. Alcanzó el segundo equipo desde donde saltó al filial del Hannover 96 en 2008. En la primera fecha de la temporada siguiente ya había debutado en el primer equipo, en la misma primera jornada. Ese día, casualmente frente al Hertha, disputó dos minutos. Ya para el siguiente partido fue titular para el técnico Dieter Hecking, quien dejaría el club a los pocos días. A Schmiedebach le costó volver a gozar de la confianza del técnico, hasta que convenció a Mirko Slomka, el tercer técnico de esa temporada.

Con él jugó los últimos 11 partidos y de su mano fue inamovible durante la temporada siguiente, la 2011/11, en la que fue el cuarto jugador con más minutos en su equipo. También fue el tercero en pases de gol, pese a jugar de volante central.

Para esta, Manuel podrá volver a conversar con Rincón, con Juan Arango y Yohandry Orozco, la representación venezolana en Bundesliga. Los tres venezolanos y el alemán al que le gustan las empanadas y las tajadas.

*Esta nota fue publicada en la edición de El Nacional del domingo 17 de julio de 2011

2 comentarios:

  1. Espero pudiera venir.

    Así le presentamos al Patacón. Jejejeje. Todo jugador, con tal que sume y aporte garra y pundonor será siempre bienvenido por mi parte, sea lo q sea que haya pasado o su historia.

    Éxitos para este chamo que su equipo clasificó a la Fase de Grupos de Europa League!

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  2. En vez de mirar tanto hacia afuera, debemos mirar hacia adentro. A los muchachos que juegan en Venezuela. Aquí hay mucho talento no lo debemos olvidar, y gente que no le pensaría 2 veces para jugar con la Vinotinto

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