viernes, 9 de noviembre de 2012

La llamada de socorro del Lara encontró quien la respondiera


Cortesía AVS Photo Report
Antes de terminar de hundirse en el terreno fangoso de las deudas, el plantel del Lara lanzó un SOS. Una señal de alarma y un brazo extendido que ayer tocó un par de cuerdas de auxilio. Tras asegurar que el del domingo sería su último encuentro y que luego dejarían la institución, cansados de tantas deudas, los responsables del equipo fueron contactados por los dos principales sectores políticos de la entidad, quienes se ofrecieron a ayudar. Un paño caliente mientras pasa la tempestad.
No vamos a dejar que nos utilice como parte de una campaña electoral”, explicó el director ejecutivo Raúl Álvarez, sin embargo, ante una deuda equivalente a once meses de salarios, el club no puede darse el lujo de rechazar cualquier aporte. Uno de ellos llegó de parte de Corpolara, un ente que tiene conexión con el gobierno central. También respondieron ante la señal de auxilio desde la Gobernación de Lara, la cual está en la otra acera política.


Una tercera ayuda podría llegar de parte de Pdvsa, señalado por el plantel como uno de los patrocinantes que aún no ha dado su aporte. “Nos pidieron reunirnos. Veremos si van a dar parte de lo que está firmado”, comentó Álvarez. Otra mano podría darla el consejo legislativo del estado, que aprobaría un crédito adicional. “Que está parado desde hace 30 días”, explicó el directivo, quien cree que juntando todos los aportes podrían cubrir “entre 20 o 30% de la deuda total” y así poder reunirse con el plantel y pedirle postergar la decisión de jugar su último partido el domingo.
 El diputado Miguel Pizarro, también instó a la Asamblea Nacional a utilizar el Fondo del Deporte para ayudar al conjunto crepuscular.
Así iremos, a ver si me dan otro partido y otro, hasta que podamos resolver”, afirmó Álvarez sobre la táctica a usar luego que la última negociación de venta se cayera tras la negativa de los posibles compradores. “El ultimátum sirvió”, aseguró el directivo ayer. La llamada de socorro hizo el suficiente ruido como para que el plantel enfermo, que estuvo siete meses sin poder conseguir quien asumiera la deuda, encontrara, por lo menos, quien le pusiera unos pañitos calientes.

*Nota publicada en la edición del 09/11 de El Nacional. La infografía fue hecha por el departamento de infografía de El Nacional y publicó junto a la nota.

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