martes, 20 de noviembre de 2012

La encrucijada de Mineros


Los cambios, tanto en el fútbol como afuera de el, suelen ser traumáticos. Y para Mineros, que ha construido un equipazo desde hace tres años sobre la mano de Carlos Maldonado, su salida no es un asunto menor. A su paso, el técnico no dejó los títulos que se podía esperar de un plantel con tantos buenos jugadores pero sí avanzó en otros terrenos, menos visibles pero igual o más importantes.
En el ciclo de Maldonado, Mineros volvió a enamorar a su gente y a convertir a Cachamay en una plaza con buen registro de asistencias. No obstante, es difícil establecer con exactitud qué porcentaje de esto fue por los nombres de los futbolistas y cuánto fue por la propuesta que comandaba el técnico-
En esos casi tres años, la institución comenzó a planificar, junto a la gerencia, una sede de entrenamiento propia. Vendió a un jugador al extranjero, Machis, luego de décadas sin lograrlo. Permitió que otro, Velázquez, saliera a Grecia. Avanzó en Copa Sudamericana. Ganó una Copa Venezuela y peleó, hasta las últimas cuatro fechas, todos los torneos que jugó.
Apoyándose siempre en el músculo económico de la gobernación, Mineros intentó sembrar algo de ese dinero para construir un club. El proceso, que se inició bajo la dirección técnica de Maldonado, tendrá ahora dos partidos decisivos. El primero se jugará en casa: elegir a un técnico que pueda continuar el mismo camino. El segundo será de visitante: en las elecciones de gobernadores. Entra uno y otro habrá un mes de diferencia. Pero los efectos marcarán los próximos años de la institución.

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