Rafael Castellín afronta el mismo dilema que ya superaron la
gran mayoría de los ex compañeros de aquella generación que rozó la
clasificación a los Juegos Olímpicos de 1996 en el Preolímpico de Mar del
Plata. Dudamel, Hernández, Urdaneta, Vera, Morán, Filosa y varios otros ya
guardaron el uniforme de jugadores.
El delantero sabe que aún le queda fútbol en los zapatos
como para seguir aumentando su cuenta goleadora pero la nostalgia por el hogar
familiar en Maturín podría llevarlo a decidir finalmente poner punto y final a
una de las carreras más exitosas para un futbolista venezolano.
"Todavía no hay nada decidido, todo va un día para
adelante y otro para atrás", explicó el goleador sobre las ideas que le
cruzan por la cabeza en este momento. Su intención es no alargar la situación
más allá de esta semana pero prefiere recurrir a los canales regulares y que
sea el club el que anuncie su decisión. "Pronto lo anunciará el equipo y
ya podremos hablar con más tranquilidad", afirmó.
Desde el cuerpo técnico, Lenín Bastidas le permitió
reportarse a la pretemporada un par de semanas después de los compañeros, para
que pudiera compartir con su familia, afectada aún por la muerte del padre del
delantero.
"Quedamos en hablar pero no hemos vuelto a conversar. Vamos a esperar, aún no quiero decir que va a pasar porque
no lo sabemos", aseguró Bastidas, quien cuenta con el monaguense como uno
de los principales delanteros.
Ayer el equipo se instaló en Acarigua para proseguir la
pretemporada y el único jugador que faltaba por reportarse era Castellín.
Dura decisión. En
la balanza que usa Castellín para tomar la decisión pesan varias cosas. Las
ganas de jugar y la seguridad de que puede seguir anotando goles pesa a favor
de regresar al equipo. Los 205 goles con los que cuenta el futbolista, de
acuerdo con el historiador Javier Minniti, podrían aumentar, aún cuando el
delantero está próximo a cumplir 38 años de edad.
Como argumentos para colgar los botines, el dela
ntero tiene
las ganas de regresar a la casa familiar en Maturín.
La muerte de su padre, hace un año, le dio otra perspectiva
y le ha hecho compartir más tiempo con su madre, lo que le llevó a pedir unos
días más de vacaciones al cuerpo técnico.
Unas vacaciones que, de no haber un cambio de última hora,
podrían extenderse hasta un descanso merecido, luego de pasar los últimos 21
años de su vida reventando redes por todo el país.
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