Solari, izquierda, junto a Ronaldo, Maradona, Roberto Carlos y, agachado, Quique Wolf |
En la ficha de Santiago Solari aparece la ciudad argentina
de Rosario como la de su nacimiento, sin embargo, desde pequeño se acostumbró a
la pelota y a los aviones mientras acompañaba a su padre, Eduardo Solari, quien
fue entrenador en Argentina, España, México y asistente de su hermano, Jorge
Solari, el Indio Solari, quien dirigió a Arabia Saudí en el Mundial de 1994.
Dos años después de esa Copa del Mundo, el zurdo Santiago
comenzó a escribir su propia historia en River Plate, Atlético de Madrid, Real Madrid,
Inter y el sábado viajará a Venezuela por primera vez en su vida para jugar en
Puerto La Cruz
en el marco de la
Copa Italcambio.
Hoy está a punto de graduarse como entrenador mientras
analiza el juego desde una columna en el diario español El País y de
participaciones como comentarista de ESPN y Sky. "No era el más talentoso
pero entendía el juego y eso me ayudaba", cuenta con su risa fácil y una
enorme sencillez.
-¿Cómo ve la recta final de las eliminatorias?
-Esa una carrera muy larga, y es parte de la normalidad que
haya equipos con altibajos. Los jugadores no pueden sostener el mismo nivel por
tanto tiempo. Ahora mismo todos están ahí, salvó Bolivia y Paraguay que se han
quedado descolgados.
-¿Qué le ha parecido Venezuela?
-No sorprende, después de un trabajo como el que ha hecho
durante tanto tiempo no es sorprea. Las posibilidades están muy parejas. Tuvo
algo de mala suerte esta última fecha pero sin duda ha levantado mucho.
-En Venezuela muchos creen que Juan Arango ha tenido la
calidad para llegar a un club grande y que no lo ha hecho por su pasaporte. ¿No
se si es un exceso de nacionalismo o si cree que la clasificación al Mundial
podría cambiar eso?
-Lo digo siempre: ¡El nacionalismo es una enfermedad
contemporánea! Pero Arango es un histórico de Venezuela, lo mejor junto a
Rondón, Amorebieta, Maldonado, Rey o alguno mayor como Stalin Rivas. Sin duda
una clasificación le abriría la posibilidad de sumar más experiencia. Antes era
difícil ver a un jugador venezolano en España y ahora hay 10 o 12 dando
vueltas. Así es más fácil competir al máximo nivel, es una cadena, una cosa
tiene que ver con la otra.
-¿Cómo cree que se definirá la eliminatoria?
-Veo que Uruguay, Venezuela y Perú seguirán peleando hasta
el final, hay muy poca diferencia.
-De los cuatro primeros, tres tienen entrenadores
argentinos. ¿le enorgullece eso?
-¡Y eso que no queríamos hablar de nacionalismos! Creo que
el talento no tiene que tener fronteras, mire el Bayern, pensó que un español
como Guardiola podía aportarle algo.
-¿Qué tan importante es Sabella en lo que ha hecho
Argentina?
--El principio del ciclo de Sabella fue alto dubitativo, es
normal en cada transición pero creo que encontró el lugar exacto para Messi,
en el partido contra Colombia de visitante con el 4-3-1-2. Aunque en algunos
partidos sufre más problemas de lo normal.
--Messi siempre es Messi, pero el fútbol son 11 jugadores.
Para que se reproduzca el Messi del Barcelona, Argentina tiene que reproducir el juego del Barcelona y no tiene porque hacerlo. Argentina tiene su propio
estilo de juego. Messi es claramente el mejor jugador de la última generación
con bastante diferencia. Es como poner a Messi en otro equipo y esperar que haga
lo mismo, no va a pasar.
-¿Qué espera de la visita a Venezuela?
--Es una muy bonita ocasión para apoyar a la fundación de
Figo. Pero veo que vamos a jugar muchos ex jugadores contra un equipo que viene
de ser campeón. ¡Ojalá nos puedan prestar a Salomón Rondón!
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