Pese a no tener ni 90 minutos jugados en primera división, Carlos Cermeño es el centro de una disputa que hoy sostienen Monagas y Táchira. El zurdo, criado futbolísticamente en Maturín, tiene contrato hasta diciembre con el equipo azulgrana, de acuerdo al gerente del club Nehemias Bonett. Pese a eso, se encuentra con el cuadro aurinegro en el módulo de pretemporada que realizan en Buenos Aires, en la que ha sido utilizado habitualmente como lateral izquierdo.
"Se lo llevaron, lo secuestraron", aseguró Bonett,
quien asegura no haber tenido ninguna comunicación con la directiva del equipo
atigrado, que tampoco quiso ofrecer su versión a este diario.
Con 17 años de edad recién cumplidos, Cermeño fue uno de los
juveniles convocados por César Farías para completar la preparación de lo
últimos dos partidos de la eliminatoria contra Bolivia y Uruguay.
El zurdo entrenó primero en Mérida y luego en Puerto Ordaz
junto a Daniel Farías, técnico de Táchira, quien apoyó al cuerpo técnico de la Vinotinto.Al terminar el módulo, el jugador regresó a Maturín y
aseguró que su intención era irse con el equipo fronterizo.
De acuerdo a Bonett, la directiva de Monagas respondió a
esto con una propuesta de renovación por tres años. Cermeño, sin embargo,
rechazó la oferta y pese a tener seis meses aún de contrato con el equipo se
reportó a la pretemporada de Táchira. "Se lo llevaron a escondidas. Es una
falta de respeto con la institución", afirmó el directivo oriental.
Bonett aseguró que están valorando la idea de denunciar el caso ante la FVF, lo que podría significar una sanción tanto para el jugador
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