“Siendo sincero, sí, estoy un
poco nervioso por lo que puede pasar”. No es cualquiera el que lo confiesa, es
Emilio Rentería, un tipo que mide 1,80 metros y que pasa tanto tiempo en el
gimnasio como para sembrarle miedo al defensa más valiente. Sin embargo, al
delantero caraqueño lo que lo tiene preocupado es su futuro. Hoy su equipo
cerrará la temporada de la Major League
Soccer recibiendo a Toronto, ya sin oportunidades de avanzar a la postemporada
y con su contrato terminando a final de esta campaña, este podría ser su último
encuentro con la camiseta del Columbus.
Desde la gerencia aún no le han
contactado para intentar renovar el vínculo, lo que alimenta el temor del
venezolano, de que esta será su última presentación con el equipo que defiende
desde 2009 y para el que ha anotado 20 goles en 84 partidos. “Aún no han
hablado, conmigo ni con otros a los que también se les termina el contrato”,
cuenta el punta, quien el año pasado fue electo como el jugador más querido por
la afición, a la que suele entretener bailando champeta luego de cada tanto.
Si la situación estuviera
invertida y la decisión estuviera de su lado, tampoco tiene muy claro de que
pasaría. “Me gustaría quedarme pero también me gustaría ir a otro país”,
aseguró. “Quisiera tener un reto, quizás jugar en otra liga con un poco más de
presión, que no tenga uno mismo que ponerse esa presión”.
Entre esos posibles destinos,
Rentería pone a Europa, el destino deseado de casi cualquier futbolista, pero
también apunta para Suramérica: Chile, México, Uruguay o incluso Venezuela: “El
que maneja todo eso es mi agente, Pablo Martínez”, quien aseguró que “siempre
hay algunos contactos pero por respeto al club, aún no los hemos tomado
seriamente”.
Buena etapa.
Con la nostalgia del que siente
una despedida cerca, Rentería evalúa su etapa en Columbus como positiva, pese a
que en esta última campaña sus números no fueron los esperados. “Es lamentable
que un delantero termine con solo cuatro goles”, comentó en un ejercicio de
autocrítica. No obstante, sus cursos anteriores fueron mejores. De los nueve
rivales de su conferencia pudo marcarle a ocho.
Llegó Estados Unidos a punto de
cumplir los 25 años y se iría, si finalmente no renueva su contrato, con 28.
También con un idioma más en su disco duro y con varios aspectos de su juego
mejor pulidos. “He mejorado mucho aquí, sobre todo en el juego físico pero
ahora quiero ver si puedo jugar en otra liga”, explicó.
De los años en Ohio, Rentería se
llevaría “el apoyo de todos los compañeros que me ayudaron”. Que le tendieron
una mano para entender el inglés y que le ayudaron a superar el frío del norte
de Estados Unidos. Como el que se espera esta noche en el Columbus Stadium, en
lo que podría ser la última función del delantero criollo.
*Nota publicada el 28/10/2012 en El Nacional y ampliada para el blog.
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