Christian Díaz no había nacido cuando ya el Deportivo Táchira luchaba con su archirrival Estudiantes de Mérida. Lo hizo 18 años después del primer duelo entre ambos equipos, en la fronteriza San Antonio del Táchira, hijo de un matrimonio de colombianos que cruzó la frontera. En ese momento ni se imaginaba que, a sus 19 años de edad, definiría un nuevo capítulo de la rivalidad andina con un derechazo dentro del área, su primer gol en primera división.
Fanático del vallenato o de "todo lo que suene con un
acordeón", como él mismo dice, el delantero capitalizó la apuesta que su
técnico, Manolo Contreras, ha hecho desde que llegó al primer plantel
proveniente de las categorías menores. Una vez arriba ha hecho debutar a 10
juveniles, en su mayoría de la zona, como Díaz, la figura del clásico del
domingo pasado. Su táctica multiplica su valor en un plantel como el aurinegro,
en el que "la prioridad es que ganen partidos", como aseguró el
timonel. Por lo que el espacio para arriesgar es más pequeño. Más en esa
posición la de delantero, "que esta reservada para tipos contrastados o
para extranjeros", dijo el mismo Contreras.
Sin embargo, Díaz tenía credenciales para pedir una
oportunidad. En una temporada con el equipo Sub 18 anotó 54 goles. Alguno de
ellos con la ayuda de Maurice Cova, otro de los valores de la nueva camada
tachirense y el autor del pase que le permitió al delantero anotar el domingo.
"Fue la jugada perfecta", aseguró Díaz, quien es descrito por
Contreras como un jugador escurridizo, pícaro, dueño de un buen disparo de
media distancia. "Definió como un jugador de primer nivel", apuntó el
DT, quien encuentra algunas similitudes entre el punta y el alemán Gerd Muller.
Fuera de la cancha quien mejor lo conoce es Edicson Parada,
su compañero de cuarto en la casa club del equipo. "Es una gran
persona", declaró el juvenil tachirense quien aseguró haber pasado muchas
tardes jugando Pro Evolution en el Play Station en el que Díaz elige siempre
jugar con el Milan. "Es bueno, a veces gana", contó sobre
"gordillo", como le conocen sus amigos, entre los que Díaz es famoso
por cocinar ensaladas, su favorita es la de cebolla y tomate, aunque ninguno se
atreve a probarlas. Para el delantero, después de comerse tantas verdes, ya
comienzan a tocarles algunas maduras, como el gol que le sirvió Cova el domingo
y que él transformó en el primero de su carrera.
*Nota publicada el 04/10/2012. Foto de Prensa Táchira
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