lunes, 23 de enero de 2012

África busca un nuevo rey


Con Egipto fuera de competencia, África busca un nuevo campeón desde hace dos días, cuando el telón de la copa africana subió en Guinea Ecuatorial, un país más pequeño que nueve de los estados venezolanos. Será la edición 28 de un torneo que no termina de encajar en el calendario FIFA y que tiene casi tantos campeones (13) como organizadores (18) en su andar. Toda la historia comenzó en la capital de Sudán, Khartún, donde germinó la idea de un torneo que agrupara a todas las selecciones africanas. Esa primera edición se coronó el cuadro egipcio, que luego se consolidaría como el más ganador al conquistar otros seis cetros, incluyendo los últimos tres.
Sin embargo, 30 años después, la selección de los faraones volvió a quedarse fuera de una etapa de clasificación y no podrá defender su corona, lo que significa una oportunidad inigualable para Costa de Marfil, que ve extinguirse a su generación de oro. Este podría ser el último cartucho para su máxima estrella, Didier Drogba, de 33 años de edad, autor del gol de ganar ayer contra Sudán (10), y líder de una gran estirpe de jugadores como los hermanos Touré (30 y 29 años), Eboué (28) y Kalou (26). "Es su última oportunidad, ellos y Ghana son los favoritos, aunque también Senegal está muy fuerte y Marruecos, entre esos cuatro debería estar el campeón aunque al final, en África cualquier cosa puede pasar", cuenta David Ruiz, periodista del diario español Marca, quien ha trabajado en las últimas cinco ediciones del torneo.
Su calificativo de impredecible la confirman la ronda de clasificación, en la compitieron 45 equipos por 14 plazas, y en la que se quedaron varios ilustres del continente como la Camerún de Samuel Eto’o, Nigeria, Argelia o la misma Egipto, en total, tres de los cinco equipos que hace dos años representaron al continente en el Mundial de Suráfrica, otro de los que no estará en esta cita, una capaz de albergar contrastes tan grandes como el que ocurrió ayer, en el que Drogba, comprado por el Chelsea en 32 millones de euros, tuvo que fajarse para vencer a Sudán, un equipo integrado únicamente por jugadores de su modesto torneo.
Detrás del cuadro marfileño, el siguiente candidato es Ghana, cuartofinalista en Suráfrica 2010 y subcampeona de la última cita continental con un equipo que "mezcla de buena manera experiencia con juventud", como reseña Ruiz. A esos hombres de recorrido como Muntari, se han sumado los miembros del equipo campeón del Mundial Sub 20 de 2009, en el que también participó Venezuela. Aún sin Mickael Essien, quien arrastra varias lesiones desde hace casi dos años, el cuadro que entrena el serbio Goran Stevanovic cuenta con un buen grupo de jugadores de "clase media" europea quienes debutarán mañana contra Botswana buscando el duro camino hacia la final.

Un torneo pintoresco. Colorido y peculiar, como la misma idiosincrasia africana, el torneo sobre la cancha también tiene sus excentricidades. "Es que ellos la Copa la juegan con más intensidad que el mismo Mundial, porque ahí están luchando por su religión, por su territorio", cuenta Jonathan Laurens, uno de los pocos venezolanos que ha intentando hacer carrera en el fútbol africano, cuando pasó por el Raja de Casablanca de Marruecos.
Para el volante, la lucha rememora las batallas más primitivas del ser humano. "Es el primitivismo del fútbol. Incluso a los jugadores que están en Europa, van a África y sobre el campo termina reinando un poco la anarquía", apunta Ruiz. En ese sentido, el periodista afirma que los países del norte del continente llevan un poco de ventaja, "son un poco más europeos, más ordenados".
Otra seña del fútbol africano está fuera de la cancha, y poco tiene que ver con sus fanáticos, que según Laurens son "lo más parecido a las barras argentinas". Dentro de los equipos, camuflajeados desde la prohibición de FIFA, la mayoría de las selecciones africanas suelen incluir en su delegación a lo que ellos consideran un brujo. "Pese a que ahora están prohibidos, la mayoría de los equipos tienen el suyo", asegura Ruiz. Los rituales varían con respecto a cada país pero van desde amuletos enterrados en el campo, hasta ungüentos para los arcos. Laurens, en el tiempo que estuvo allá lo vivió en primera persona. "Sí, lo hubo pero nosotros siempre nos limitamos para tratar de no ofender".

Entre dictadores y guerras. La historia de Guinea Ecuatorial, una de las dos sedes del torneo es de un guión conocido. Luego de independizarse de España, se instauró una dictadura que solo fue derrocada por otra dictadura, la actual, la que comanda Teodoro Obiang, sobrino del anterior presidente. Este suma ya 33 años en el poder y actualmente tiene al país bajo un cerco que limita las conexiones a Internet. Todo lo contrario que su co organizador, Gabón, uno de los países de mayor crecimiento de la zona.
Entre los participantes también habrá situaciones políticas llamativas, como lo es la de Libia, clasificada a la cita en plena guerra civil. Durante el conflicto, incluso tuvo que jugar sus partidos de local fuera del país. Con el nuevo gobierno, el equipo no solo cambió la bandera, también lo hizo de apodo, una seña muy característica dentro del continente. Antes eran conocidos como los verdes, relacionado con el anterior partido de gobierno, ahora se hacen llamar los Caballeros del Mediterráneo.
Otro equipo que llegará tras una guerra interna son los Los Cocodrilos del Nilo de Sudán, que durante el segundo semestre del año pasado confirmaron la separación de una de sus provincias, dando origen a Sudán del Sur.


*La nota y la foto fueron publicadas en la edición de El Nacional del 23/01/2012.

Si les interesa el tema, pueden seguir la Copa por DirecTV y por esta web El Enganche

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